La osteopatía es el método de tratamiento manual nacido a finales del siglo XIX en Estados Unidos que consiste en un conjunto de técnicas holísticas que ven al cuerpo como una unidad en el que se interrelacionan todos los sistemas corporales, de manera que una disfunción en uno de ellos afecta al resto.

Esta metodología defiende que el cuerpo posee una cierta capacidad de autocuración a través unos medios de reequilibración propios de modo que él mismo puede llegar a corregir el desequilibrio. Si el sistema de autocuración se ve desbordado y no es capaz de regular al organismo, es cuando aparece la lesión. Así, el objetivo del tratamiento osteopático es activar estos recursos para normalizar todas las funciones y devolver el estado de salud

El tratamiento depende de una evaluación corporal completa, del tipo de lesión y del paciente. Ningún tratamiento es igual a otro y se debe seguir siempre un enfoque personal único.

Según la parte del cuerpo en la que se centran, la osteopatía se divide en diferentes disciplinas:

  • Osteopatía articular: Dedicada al restablecimiento del aparato músculo-esquelético y de la postura, centrándose en la columna vertebral y traumatismos.

  • Osteopatía craneal: Se centra en los problemas craneales y mandibulares y su influencia en el sistema nervioso cenrtral.

  • Osteopatía visceral: Enfocada hacia la curación de órganos y vísceras, mejorando la función de estos mediante manipulación para conseguir un mejor riego sanguíneo.

Además, existen ocho principios básicos en la osteopatía:

  • Holismo: el cuerpo funciona como una unidad, no como un conjunto de órganos.

  • Relación forma-función: la estructura de un órgano influye en su función y viceversa.

  • Homeostasis: el cuerpo posee mecanismos autorregulatorios.

  • Autocuración: el cuerpo siempre busca su reparación aunque la enfermedad altere ese esfuerzo.

  • Influencia interna por medio de acciones externas: las fuerzas externas modifican la forma y función internas.

  • Circulación: el movimiento de fluidos corporales es esencial para el mantenimiento de la salud.

  • Inervación: los nervios juegan un papel crucial en controlar los fluidos corporales.

  • Componente somático de la enfermedad: toda enfermedad se manifiesta de forma externa como síntoma somático.